Es una parte de nuestro mundo llamado
tierra, en una parte de el llamado hoy Perú, país sudamericano, ya que se ubica
en el continente sudamericano, así como sucedió en muchos lugares del mundo,
allá hace millones de años cayó un cuerpo celeste.
A orillas del mar, ubicado en la región Ica, provincia de Palpa,
cayó del infinito, llamado cielo, también cosmos, un aerolito, un cuerpo
celeste, hoy podemos suponer que con la velocidad que traía y la dimensión que
tendría, produjo una explosión expansiva de gran poder.
Ubicándonos en el instante cuando esto
sucedió, empleando un poco de imaginación, algún conocimiento teórico y algo de
buena observación en la configuración de la zona, podríamos decir que las
toneladas de material que traía este cuerpo, que debió estar en llamas, que
debió ser muy compacto, la explosión al tomar contacto con la tierra, debió ser
dantesca, restos de él se elevarían por los aires, cientos de metros o más, los
restos pulverizados crearían nubes de polvo que oscurecerían el sol, por
cientos de kilómetros, por meses, los restos más pesados, convertidos en
cuerpos de formas caprichosas, no planos ni redondos, sino como quebrados (tal
cual queda cualquier piedra inmensa hoy, destrozada por una explosión con dinamita),
estas hoy se pueden ubicar en los cerros de un lugar llamado Chichitara, a 10
kilómetros de la ciudad de Palpa, las que usaron los que vivieron por estas
zonas, hace tres mil años, como mensajes de su existencia, dejándonos pinturas
rupestres, de animales, plantas y otras, las que son algunos cientos regados en
las alturas de los cerros, lo sensacional es que éstas están enclavadas en la
superficie de los cerros, como si hubieran sido puestas con tal fuerza que
introdujeron parte de ellas en la superficie, que a pesar de los millones de
años transcurridos, ni los vientos, ni las lluvias, las han hecho caer o rodar
por las faldas de los cerros.
Todo esto nos puede llevar a pensar que
luego de la explosión, estos restos que no fueron pulverizados, fueron elevados
a cientos o miles de metros, para luego caer.
Estando en el lugar podemos observar
desde las playas, una zona vasta, totalmente plana, tanto hacia el sur, como al
norte, tomando como punto de referencia la zona marítima, frente a la ciudad de
Palpa.
25km de este a oeste, los brazos de
cordillera que llegaban posiblemente hasta el mar, fueron empujados, mutilados,
cortados, se nota por una fuerza expansiva muy poderosa, creándose así las
grandes extensiones de pampas áridas donde hoy se encuentra la llamada Sal de
Piedra. Todo esto tomando como punto central las playas de oeste a este, al sur
de Palpa, por más de 50 kilómetros son pampas desérticas, en ellas se
encuentran las inmensas líneas llamadas de Nasca más al sur, los brazos de la
cordillera llegan hasta el mar.
Tenemos como referencia la existencia
de piedras muy pequeñas de los lechos de los ríos, como es palpable en la zona
llamada Los Molinos, piedras pequeñísimas que parecen haber sido pulidos por su
superficie tan lisa de una consistencia inusual, pues son durísimas.
Como todo hecho, como el que referimos,
dejan sus rastros y su influencia para la posterioridad, es el caso que en toda
esta zona, que hoy es agrícola, sus productos son fraganciosos y aromáticos
excepcionalmente, sus frutales como la naranja, la ciruela, el mango, la uva,
la palta, así como los vegetales en general.
Toda la zona cuenta con valiosos restos
arqueológicos, pues pareciera que en esta zona (Palpa) se desarrollaron pueblos
cuya organización y cultura fueron excepcionales para su época posiblemente
influyó en todo esto la riqueza de su suelo, al haber sido alimentado con
sustancias cósmicas para bien, pues así lo ha probado el tiempo y hoy todavía
se sigue desconociendo los mensajes dejados por las antiguas culturas que se
mantienen, algunas a la vista y otros en el sub suelo, esperando ser puestos en
valor y así conocer más de nuestra historia para orgullo de nuestro pueblo y el
país en general.
Es necesario profundizar las
investigaciones, con referencia a lo dejado por culturas desarrollada en dicha
zona palpeña, como un compromiso tácito al haber nacido en esta milenaria
tierra, sin desconocer los esfuerzos que vienen haciendo las autoridades, los
profesionales en esta materia y los lugareños que aman su tierra, así como
foráneos que se preocupan por poner en valor los legados históricos, por lo que
tratando de colaborar especifican algunos hallazgos que reposan en mi memoria,
como la existencia de un huarango de más de mil años, la tierra lo produjo, que
elementos pueden multiplicar, quintuplicar, su vida vegetal, tantísimos años la
tecnología moderna, estoy seguro podrá identificar los elementos que han
permitido su existencia a tal punto.
La meseta que existe en Sacramento era
un lugar hace más de 150 años donde los jóvenes de esa época lo usaban como
pista de carrera para competencia de carrera a caballo, sin embargo hoy se ha
establecido que en esos lugares existe un reloj solar y maquetas, podríamos
llamarlas así de las inmensas figuras en las pampas de Nasca (hoy) sería
menester probar profesionalmente la antigüedad de una y otras.
Recordando porque este humilde
ciudadano palpeño recuerda estos hechos referidos, es lo relatado por mi padre
don Nicanor Corrales Aviles, quien fuera en determinado tiempo autoridad
política – social, socio de la Sociedad de Auxilios Mutuos de Palpa,
comerciante, agricultor, que vivió en la calle Progreso al final de dicha
calle, donde tenía su negocio y casa – vivienda, fue nieto de doña Jacoba de la
Palisa, esposo de la señora EnmaDegregoriBendezú, con quien procreó dos hijos:
Nicanor y César, hoy vivimos, uno en el distrito de Barranco (Lima) y César en
el distrito de La Perla, por su afición como jinete a las carreras de caballos
lo llamaron “Corralitos mata caballo”, pues dicen era un jinete arrojado y no
había quien le ganara.
Para mejor recordar doña Jacoba de la
Palisa fue dueña de la hacienda hoy llamada Casa Grande, ubicada en Moyaque,
donde don Nicanor Corrales Avilés vivió su niñez y juventud.
Permítanme hacer estas referencias como
apoyo a mis manifestaciones, tenemos valores por rescatar en lo que se refiere
a las tumbas que se encontraron en las faldas de los cerros de la quebrada del
río Palpa, subiendo desde la ciudad de Palpa por la margen izquierda, tumbas de
tres metros, circundadas por troncos de huarango, lo que permitía que las
momias no fueran afectadas, pero gracias a una sequía para regadío, traída
desde Salitral, fue posible notar estas, al filtrarse las aguas y dejar a las
vista las tumbas referidas, en su momento causó cierto revuelo, pues quien
tenía interés en hacer productiva estas faldas de algunos kilómetros de largo y
la familia tuvieron algunos altercados (pues una de las hijas de la familia era
o es arqueóloga), este tema no sé hasta qué punto se ha resuelto en beneficio
de la comuna de Palpa.
En la quebrada de Río Grande y el cerro
Pinchango hay mucho que explorar y poner en valor, esperemos que con el pasar
del tiempo podamos hacer de conocimiento de los ciudadanos y de visitantes
turistas, los restos arqueológicos y así contribuir con el desarrollo de
nuestra región.
En lo que se refiere a los restos de
los llamados gentiles, que tuve la oportunidad de ver en la casa del Dr. Tello en
los años de 1954, tendidos en los pisos, cientos de cráneos, bastante bien
conservados, según dicen, extraídos de las zonas cercanas a Changuillo u otros
lugares.
Estos restos bien vale la pena
determinar a quienes pertenecieron y si son de valor histórico, hacerlos de
conocimiento del pueblo en general.
Estoy seguro que muchos palpeños
tendrán algo que referirnos y así lo deben hacer, recordemos que todo ciudadano
tiene el compromiso de aportar por su país y Palpa es parte de nuestro país
llamado Perú.